El descubrimiento en la indagatoria policial de una gruta debajo del altar mayor de una antigua iglesia en la parte vieja de Bogotá, permite explorar el subterráneo de esta parte de la ciudad creada por los españoles en tiempos de la conquista. La expedición se desarrolla en la oscuridad de las catacumbas donde se enfrentan a un nuevo ser híbrido entre humano y reptil que acaba con la vida de algunos miembros del grupo.
La búsqueda concluye con el hallazgo de una gran cavidad circular donde se descubre una puerta tallada en piedra con mensajes en diferentes lenguas de culturas que nunca visitaron América y que se reparten inexplicablemente en momentos distintos de la historia de la humanidad. Su mensaje es claro “El enfrentamiento entre el cielo y el infierno ha empezado”.
La revelación la hace merecedora ante el mundo científico, político y eclesiástico de un puesto en la investigación de casos extraños que la interpol abre, nombrando a la joven como inspectora colaboradora de la policía nacional colombiana.
Los asesinatos siguen en proliferación desembocando en el terror de la población a salir a la calle y en graves altercados públicos hasta convertirse en el centro de la política social en el país y centro de la noticia en el mundo, donde las iglesias dominantes dirigidas por la católica intentan acallar la revelación.
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